Soy libre para volar, la cuerda que me ato ya la pude soltar y hoy te digo adiós. Al final no eras tan increíble como creía, más bien eres un inmaduro caprichoso al que hace mucho, deje de querer.
Mi corazón ya puede volar, ahora va firme al andar y tardará mucho en volverse amarrar.
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