Fue un pequeño instante cuando pude ver esos ojos tan dulces y calidos, fueron parcas mis palabras por que no podía creer que estuvieras ahí con migo. Años imaginando como seria ese momento, años soñando con ese abrazo tantas veces imaginado. Y por fin sentí su calor, por fin pude estar cerca de el y no me lo podía creer, era el, mi muñeco precioso, mi oso cariñoso un dulce para mis labios y la luz que siempre necesitaron mis ojos.
Que alegría tan grande fue ese instante, y que tristeza fue verte marchar y que no te lograra encontrar en esta ciudad a la que tantas veces te imagine llegar y por ella de tu mano quise caminar, pero mi sueño fue pequeño y extraño no era como yo lo había imaginado.