Tus días grises despertaron mi ternura, tus angustias me empujaron a cuidarte y las lágrimas, me hicieron reaccionar, para ir en busca de ti.
Desde ese momento me jure, que siempre te cuidare y que no habrá nada ni nadie, que me impida amarte.
Desde ese momento me jure, que siempre te cuidare y que no habrá nada ni nadie, que me impida amarte.