Es madrugada y mi corazón me habla esta escribiendo, esta romántico y quiere un abrazó.
Abro mis ojos y leo que tu también sufres lo que yo siento, cuánto amor ha nacido en mi, mientras te miro.
No lo comprendo pero en mi pecho estoy sintiendo que le duele a mi corazón esta manera de haberte conocido, pues tu amor está prohibido.
Me niego aceptar esta realidad, esta macabra broma del destino donde tengo que soportar que otra te pueda besar y tu piel tocar.
¡ No ! tú naciste para mi como yo para ti y luchare para que este amor renazca más fuerte cada día y prevalezca en el futuro.
Te quiero demasiado para rendirme, para soltarte y a otros brazos entregarte, ¡ no ! Y millones de veces ¡ no !