Años mirando en silencio, años soñando con tus besos, y cuando ya no te esperaba, cuando ya había perdido toda la esperanza, de que me bucaras, te vi llamar a mi puerta, suplicando que te
habriera. Por fin me di cuenta, de que tu eres la mujer de mi vida, el sol de cada día, y mi mayor alegría.
Habré tu corazón, perdona mi ausencia, te recompensare cada día, con detalles y caricias, pero no te alejes de mi vida, por que sin ti moriría.