Llevo como mas de una hora intentando despertar mis musas, que se durmieron o escondieron en algún recóndito lugar de mi cerebro. Sigo con el boli en la mano, la hoja en blanco y nada para escribir. Busque la inspiración en mi duende como casi siempre, y no me sale nada, ni mirando su linda cara.
Donde se fueron todas las palabras, que paso con todos los sentimientos y el amor que alberga mi corazón, hoy esta dormido y no quiere pensar ni decir nada.