Pasaron tantas por tú vida, que equivocado estuviste, mi corazón sabía que ninguna era para ti. No creas que me alegré, de cada tropiezo que diste, al contrario me dolía como a ti, pues tú corazón vive dentro de mi y no me gusta, verte sufrir.
Lo que tú no percibiste es que mi alma lloro contigo y sintió lo equivocado que estuviste.
Aún no sé si te tropezaras de nuevo pero óyeme, te amo demasiado para no ser la colchoneta, que te proteja al caer.
Probablemente sea tonta por luchar que mi amor te pueda salvar y que al final te des cuenta que te ame, te amo y te amaré de verdad para toda la eternidad.