Papa te voy a pensarte con fuerza, para sentir tu abrazo, tu beso y todo ese apoyo que extrañó desde hace 11 años.
Sabes pronto dejare este pueblo y volveré al lugar donde vivimos, antes de llegar a este lugar, que no me supo enamorar.
Retorno al lugar donde me enseñaste a patinar, donde paseábamos cuando era niña y donde me perdí una vez. Papa se que vendrás con migo, que bendecirás mi nueva casa y que me vas ayudar a sonreír y no llorar más, hasta que nos volvamos ah encontrar.