La dulzura de tu mirada, la suavidad de tus mano y el brillo de tu pelo embrujaron mi alma.
Mis ojos te miran con tanto amor, que no te dejan de buscar ni los ratos que no estas.
Que ganas tengo de abrazarte de oír palpitar tu corazón, y descubrír a que saben tus labios, son tan excitantes como el chocolate.
Mis ojos te miran con tanto amor, que no te dejan de buscar ni los ratos que no estas.
Que ganas tengo de abrazarte de oír palpitar tu corazón, y descubrír a que saben tus labios, son tan excitantes como el chocolate.