Ya lo dijo mi admirado Pablo Neruda puedo escribir los versos más bellos del mundo.
Pero no, te daré el beso más dulce, el abrazo mas sincero y la caricia más intensa.
A ti que tienes alma de duende, mirada de rey
y un corazón lleno de amor.
Es tan intenso amarte, tan grande mirarte y tan mágico besarte, que los versos se vuelven insignificantes.