domingo, 1 de septiembre de 2013

A RESPIRAR Y SENTIR TUS AIRES VOY

Me voy a las montañas de grandes cabras, de Águilas reales y verdes valles.
Me voy a ver los cielos más azules, a sentir los aires más puros y ah evadirme del bullicio de la ciudad, que en septiembre se vuelve a estrésar.
Un lugar calmado y tranquilo, un paraje sin más bullicio que los pájaros cantando, los ríos transcurriendo su camino y las grandes arboladas moviendo sus ramas, como si saludaran a las verdes y grandes montañas.

POR TI YO SIENTO

Te encontré un día sin buscarte, te mire y sonreí, me parecías tan guapo, que pensé no puede existir una cara tan bonita, como la tulla.
No te buscaba y apareciste, para endulzarme los oídos, para besar mi corazón y atraparme el alma con tu voz.
Desde ese día te miraba, te descubría y soñaba con tenerte algún día.
Comencé a escribirte, a disfrutar de su risa, a soñarte despierta y dormida. 
Imagino como será el día que te encuentre y mis brazos te abracen.
Hoy después de muchos años, siento que sigues siendo la ilusión de vivir, las ganas de volar allá donde tu estas. 
Se que jamás me mirarás con los ojos que te miro yo, se que en su corazón no hay hueco para mi amor, pero el me gusta, me fascina y me encanta imaginar, que un día vendrá y mis labios besara. 

Aveces miro al sol para ver tu dorado cabello, veo en tus ojos los hermosos valles y en el sabor de las dulces cerezas, siento los besos secretos, que a nadie le comento, por que no creo que entiendan lo que yo siento, cada vez que en mis sueños lo beso.

Nombre de mis labios, anhelada caricia de mis manos, sed de mi boca y alegría de mi alma, perdidamente enamorada, de tu cristalina mirada que me alcanza pero no me abraza. Aún así me gusta, como a la luna mirarla, como al viento sentirte y en tu corazón dormirme.
Mi pirata, mi marinero, el donjuán de mis ojos y aquel príncipe del que hablan los cuentos.
Te encontré sin buscarte y en mi corazón te colaste, el destino quiso que entraras, en lo más profundo de mi alma.
Es fácil hablarte bonito, escribirte poesía y dedicarte las miles de canciones de amor. Fotografió los amaneceres, todos los atardeceres y cada noche de luna y estrellas, para que disfrutes de su belleza. Mi flor preciosa que naciste libre y hermosa en la florida y verde primavera. Te encuentro en  el mar, te veo en toda su inmensidad y en su belleza natural, que lo hace grande y especial.
Siento que se parece a ti, por tu belleza, por tus claros ojos y por esa inmensidad, que nunca tendrá final.