Hola te quiero, te veo, te beso y en mi corazón te llevo. Buenos días mi cristal de sueños, mi duende mágico y fascinante.
Hola mírame, para que broten bonitas palabras, de mi alma enamorada.
Buenos días ya te sentí, ya mi corazón latió por ti y abrí los ojos para ver lo más hermoso que es tu rostro.