Veintidós años de dulzura, de un montón de música, acariciando las almas bonitas, con tus bellas melodías.
Me gustan tus palabras, me alcanzo el amor de aquella canción y sigo soñando con oír tu voz, mínimo cuarenta años más.
Estrella grande, brillante y deslumbrante como quiero abrazarte y no quemarme, que ganas tengo de besarte y nunca de tu boca despegarme.
Cuanta felicidad a mi vida supiste regalar, cuanta pasión siento en tu voz por eso eres mi dios y una bendición, que el cielo me regalo.