Seguimos en este día tan trepidante, acompañamos a José a casa por que tiene sueño, no creen que es para matarlo después de la que lío, pues le dejamos en casa para que duerma y Ana y yo salimos al puerto a ver como llega los barcos pescadores.
Llegando al puerto vemos como desembarcan todo lo que pescaron en la mar, las gaviotas sobre vuelan en el puerto de Villajoyosa, y mientras Ana y yo hacemos fotos, se nos acerca un hombre, nos pregunta de donde somos, le respondemos de Madrid, intenta ligar con nosotras, nos impresiona cojiendo un pulpo, guauu y me dice cojelo, no que va yo no toco eso para nada, nos da una guía turística por todo el puerto, y nos introduce en la lonja, lugar donde se compra las cajas de pescado que luego se ven en todas las tiendas y supermercados.
Ana y yo flipando, el chico sigue con su intento de ligarnos, y para seguir impresionándonos nos presenta a un señor simpático que parecía un Robinson Crusso. Seguimos la andadura con el simpático ligón y al cabo de un rato me pregunta mi nombre y le respondo ella Ana y yo Iratxe, y dice es la primera vez que oigo ese nombre ya casi todos me dicen lo mismo cuando preguntan algo así y de repente el ligón que no me acuerdo como se llama, lo siento perdón, con lo majo que fue, nos presenta al jefe del puerto y presidente de la cofradía de pescadores del lugar, el señor José Ignacio, un chico guapo, simpático y que no tiene nada que desmerecer.
El ligón se va y nos quedamos con Robinson, nos ofrecen asta trabajo y nos invitan a montarnos en sus barcos, ah esto que llega Nacho y hace lo mismo, esperar que mi barco ya viene y podéis hacer fotos, nos cuenta cuanto ganan los pescadores que por cierto me parece poco teniendo en cuenta, que salen a la Mara las 5:00 de la madrugada y llegan a las 18:00 de la tarde al puerto. Nos comenta lo que cuesta sacar el barco a la mar cada día y lo que tienen que coger para amortizar ese gasto de combustible y seguros de todos los marineros que salen a la mar.
Poner un barco en la mar cada día cuesta unos 1300 euros lo cual hay que pescar unos 2000 euros en pescado para que salga rentable. Llega su barco, vemos los pulpos, chipirones, sardinas, lenguados y hasta un pez muy parecido al tiburón pero en pequeño, con unos dientes y Nacho me lo pone en las manos, estaba vivo, yo con cara de susto y Ana haciendo fotos para inmortalizar el momento. Y seguidamente Nacho nos ayuda a subir a su barco guauu yo no salía de mi asombro, por primera vez estaba en un barco lo recorrimos entero y llegamos a la sala de mandos, Nacho tan mago y su hermano patrón del barco nos dieron una vuelta por el puerto.
Yo casi lloro de la emoción,sólo ivamos a ver los barcos llegar y acabamos en uno de ellos, impresionante, sin
sábado, enero 19, 2013
Iratxe Blanco
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