Estoy a unos cuantos mese,s de al fin terminar una más de las etapas más trágicas de mi vida.
Y la verdad que aunque fue duro y difícil puedo decir que aprendí a vivir cada día, como si fuera el ultimo.
Empecé a tener otra perspectiva de las cosas, ahora se lo que de verdad vale la pena y no cambio un abrazo, ni un beso por todo el oro del mundo.
La desgracia me hizo valorar que vivir mola, que viajar es increíble y que la familia y los amigos, son lo más valioso que tenemos cada día.
No voy a echar en saco roto, qué abrir los ojos 👀 y poder ver el cielo, el sol y todo lo bello de la tierra es un regalo que recibió cada día.
En estos cinco años aprendí a volar, descubrí lugares increíbles y tuve cerca a gente maravillosa con la que lo pase mi bien.
También reí a carcajadas, cumplí sueños y conocí a esa ⭐️ que siempre admiré y con la que crecí desde niña.
Cinco años más intensos, que los otros treinta y uno, la cosas aveces pasan por algo, quizás tenía que aprender a vivir y a darme cuenta que la responsabilidad y el trabajo no lo es todo en la vida, hay que darse tiempo para uno mismo, hay que disfrutar, salir y bailar, hacer el loco y vivir cada día y cada momento de felicidad como si fuera el ultimo.