La noche llego y me refugio en ti, en tu verde mirada, en tu boca de rojo pasión y en esas fuertes manos, que las mías arrullaron.
Ahora puedo acercarme a tu corazón, disfrutar de tu mirada y beber el amor que siento en tu ser.
Perdóname hoy no te pude ver, las obligaciones ocuparon el día, pero te extrañe mucho, mi vida.