Hoy amanecí con el corazón encogido, me da tristeza que mi tierra no lo abrace. Ayer vi los ojos de mi ángel tristes y sentí dolor, por el.
Quisiera abrazarlo tan fuerte y nunca soltarlo, defenderle de todo y de todos.
Pero no puedo y me da dolor, se me encoge el alma y llora mi corazón al ver en sus ojos dolor.
Perdóname mi ángel por no poder ayudarte, por no saber y no conseguir que brilles por acá más que el sol.