Mi admiración a esos seres vivos que sobre vuelan los cielos de todo el mundo, y van de un lado para el otro emigrando en busca del calor y huyendo del frío.
Nadie tiene el porte y la fuerza de un águila real, la visión de un halcón milenario y los grandes ojos del buo.
Los pequeños pajarillos que con su piar celestial, le dan los buenos dias al dia, desde las ramas de un árbol verde y frondoso.
Nadie tiene el porte y la fuerza de un águila real, la visión de un halcón milenario y los grandes ojos del buo.
Los pequeños pajarillos que con su piar celestial, le dan los buenos dias al dia, desde las ramas de un árbol verde y frondoso.