Este vez no estoy triste, en estos siete años aprendí muchísimo y una de las cosas que comprendí, es qué la vida tiene muchas cosas por las que sonreír.
Yo nací, corrí, jugué, me quisieron y supongo que todavía hay muchísima gente que me quiere todavía. También me enamore y en muchos momentos fui increíblemente feliz, eso no quita que lo siga siendo todavía, pues entre las cosas que encontré estas tú mi luz, mi aire y toda mi vida. Por ángeles como tú juro que nada me va borrar la alegría y el amor que siento en el corazón. Este sentimiento es mi fuerza y el gran poder que ni el tiempo pudo detener.
Muchos se están sorprendiendo, no comprenden mi actitud, lo que ellos no saben es que mis sueños son más grandes, fuertes que todo esto y eso me hace agradecer cada día que pueda verte. Por qué en mis sueños no hay diferencias, no hay distancia y somos solo tú y yo juntos, viviendo cada día enamorados como el primer día. De hecho el día que me llegue la hora y me vaya, lo último que quiero ver es tú mirada, tu sonrisa y llevarme en la memoria del alma todo lo que me hiciste feliz.