Tu inocencia fue truncada, un monstruo sin alma ni corazón apagó tus sueños eh ilusiones.
Ahora que saltaste, de la tierra y del cielo al mar, nadarás entre corales y pececillos de colores, siempre que veamos un pez nos acordaremos de Gabriel.
Nada pez hermoso, estás en los mares, en los ríos y tu sonrisa brilla en cada animal marino.