Amanecí con la idea de agarrar tus manos, secuestrar tus labios y encerrar tus ojos, en la cárcel de mi corazón.
La condena es besarte, es mirarte y amarte, es sentir, arder tu piel en mi.
Pagarás por ser culpable de enamorarme, de hacerme enloquecer por ti y por robarte mis sueños, mi corazón.



sábado, agosto 31, 2013
Iratxe Blanco

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