Amanecí y lo encontré en el sol, me saludo en una fugaz nube, lo oí en las cristalinas aguas de un hermoso y grande río. Canto un gorrión, que en mi ventana se posó y pensé vino en sus alas es el mi precioso muñeco, mi corazón y el más bello de mis abrazos.
Si pudiera pondría el mundo a sus pies y todo lo que le diera, sería poco para alguien tan fuerte y grande como el.
0 comentarios:
Publicar un comentario