Se acerca la noche de unión, paz y reunión familiar, pero ustedes mis adorados padres no están. La mesa no es la misma, las fiestas de Navidad cambiaron y mi corazón se encoge de tristeza, de tanto que os extraña.
Saben desde que os fuisteis los cuatro cabos se quedaron tristes y uno de ellos se torció y renegó de esta familia, que durante mucho tiempo, permaneció unida.
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