sábado, 1 de septiembre de 2012

LO QUE PUDO SER Y NO FUE

Sus claros y penetrantes ojos me miraron, su mano fuerte y a la vez suave rodeo mi cintura y con sus labios dejo caer, un dulce beso en mi mejilla.
Su piel cálida, blanquita le volvió locos a mis ojos, provoco un deseo sobre mi cuerpo y yo ardiendo de amor, me lo quise llevar a mi habitacion.

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