Fue una mañana la que te vi y desde entonces nunca deje de pensar en ti.
Tú boca me llamaba, tus ojos me decían, ven mi niña tengo sed y tus besos quiero beber.
En ese momento entendí que contigo me iría a cualquier lugar del mundo, no importa la distancia, no importan los obstáculos mi corazón siente que tus brazos son mi refugio y lo único que necesito para estar a gusto, es estar contigo y vivir miles de cosas junto a ti.
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