Los sueños más grandes y hermosos son los que tienes que pelear, los que se buscan con constancia y trabajo. El día que esos sueños llegan y se hacen realidad, se siente como si alcanzaras las estrellas o tuvieras el mundo en tus manos.
Pero hay quien se conforma con los sueños fáciles, esos que tienes sin trabajo y que no necesitan preparación alguna por qué todo te lo dan hecho.
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