Recordando mi ayer te veo jugando conmigo y ahora que no estas papa, te extraño mucho.
Recuerdo los ramos de rosas que cortabas para mi, ya quisieran el resto de hombres del mundo, conseguir el amor que te ganaste tú.
Solo necesito mirar las fotografías para viajar aquellos días donde me subía en tus hombros y saltaba, dando volteretas en la piscina.
La verdad papa lo pasábamos genial, incluso cuando me hacías agudillas, éramos tan iguales que de vez en cuando hasta chocábamos pero eso no derrumbaba la gran relación que teníamos tú y yo.
Si existiera el príncipe del cuento, yo quisiera que fuera tan guapo como tú, tan alto, fuerte y con el corazón tan bonito como el tuyo.
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