Hoy les voy a contar la historia del día que conocí a mi ídolo futbolero Michel uno de los morenos más bellos del mundo.
Durante años lo mire por televisión corriendo la banda derecha del Bernabéu, dando esos pases tan impresionantes como perfectos y fascinada por las piernas más bellas y lindas del mundo.
Un 15 de mayo de 1995 yo me dirigí como cada mañana al instituto Mateo Alemán, pero ese día un compañero de clase me comento nos vamos a ver el entrenamiento del Real Madrid, sin pensarlo le respondí ¡por supuesto! eso sería genial nada me gustaría más.
Ósea que nos saltamos las clases, cogimos el tren y nos fuimos hasta chamartin, en el trayecto yo solo pensaba que ganas tengo de conocer a Michel. Cuando llegamos, nos dirigimos a plaza Castilla y entre en un lugar de ensueño, la ciudad deportiva del grandísimo Real Madrid. Wauuu era alucinante hasta la entrada, bajamos por un camino arbolado, vi unos cuantos puestos donde vendían banderas, bufandas, fotos de los jugadores de aquel entonces y muchas cosas más.
Pasamos por una cafetería, por un montón de campos de fútbol hasta llegar al aparcamiento vallado de un edificio con un gran escudo del Real Madrid. Era muy temprano como las 8:00 de la mañana, enfrente había un campo con unas escaleras que daban acceso al césped donde entrenaban el Castilla, filial del primer equipo de mi amado Real Madrid.
Vi el campo donde entrenaba mi Madrid y estaba alucinada, volvimos al aparcamiento y empezaron a llegar jugadores, Sanchís, Fernando Hierro y un triste Quique Flores por que se había muerto su tía Lola flores una de las grandes folclóricas españolas, de repente llega Michel y según entra el coche yo me cielo en el aparcamiento vallado sin pensarlo era mi ídolo y quería tocarlo y que me diera un autógrafo, de repente veo venir hacia mi un señor con un palo, yo que lo veo me impresiono pero Michel le dice no tranqui Santiago, de esta me encargo yo, lo abrace súper fuerte lo miraba fascinada era tan guapo que me hubiera quedado hay siempre y encima me defendió lo cual estaba derretida de amor por el. Me firmo un autógrafo y estaba tan feliz que se me olvido hacerme una foto con el.
Vi el entrenamiento, les jaleaba y les animaba y hasta piropos les lanzaba, alguno hasta sonreía, fue un día en movida increíble un día que recuerdo con emoción después de 18 años de aquella fascinante aventura que tiene muchas partes, que más adelante les iré contando....