En esta noche de luna llena, yo quiero darle muchos besos a mi muñeco, arroparte con mis brazos y contarte un cuento, para que tus sueños sean estupendos.
Erase una vez, una luz brillante que llegaba a todas partes, una sonrisa que todo lo iluminaba y una voz que besaba y a las niñas enamoraba.
Sus ojos eran como lagos, sus labios como dulces caramelos y su rostro el mapa de un gran tesoro.
El día que lo encuentre seré rica en amor, por que el es un grandísimo corazón.
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