El día tres en la costa alicantina de Benidorm fue un día tranquilo, de playa, piscina y marcha en la noche. Paseo hasta el mirador, fotos, compras y degustación de un rico helado al precio de un euro, por la inauguración de una nueva heladería. Como siempre algo tenía que pasar, casi se nos pierde Noah, por culpa de sus travesuras y por relajarnos al vigilarlo, pero por suerte solo fue un susto y no paso a mayores.
Acabamos como todos los días a las tres de la madrugada durmiendo, por que el bello Hugo es un niño que quiere marcha de madrugada, pero es tan simpático el bebe de mi amiga Azu que bale la pena los desvelos al oírle sus intentos de decir palabras.
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