Tenías mi magia, mi risa, mi memoria y el corazón entero para llenarte de amor.
Tenías mis manos, mis ojos y todo el oxígeno de mi respiración, pero en vede cuidarlo, le escupías lo más feo de tu corazón.
Puede que no entiendas la gran tristeza que provocaste, puede que te de igual, pero se que al final te arrepentirás.
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