A mi duende de ojos bonito, que tienes mirada de niño, sonríes y el sol se emociona, al ver tu corazón alegre como una flor, cuando la primavera llego.
Así eres tu, manos de mago, ojos de mar, boca de pasión y corazón, de sueños y princesas.
Así te quiero yo, mi duende amado y consentido, por el que yo suspiro y muero cuando lo miro.
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