A mi duende hermoso, para ti son mis elogios, mis piropos y todos los te quieros.
En tus noches yo te arropo, te canto una nana y te leo un cuento, para que tengas sueños, hermosos y maravillosos.
Ahora si adas de la noche, estrellas del firmamento y ángeles del cielo me lo cuidan y velan sus sueños.
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