Te escribo emocionada, con las manos inquietas, con la sonrisa en la boca y con los ojos brillantes, como dos diamantes.
Te escribo con el corazón abierto, con la sangre alborotada y con las enormes ganas que tengo de abrazarte, de besarte y amarte.
Te escribo a ti, ladrón de amor, Héroe de mi vida y príncipe de mis cuentos y fantasías.
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