Ya se fue el calor, la sonrisa de ese sol hermoso de verano, ya llegaron las mañanas frías, los cielos grises, las nieblas de madrugada y la melancolía olvidada.
Ahora solo recibiré tu calor, el amor de tu corazón, para superar el otoño que acaba de llegar.
Tu serás mi árbol perenne, mis mañana fresca, de cielo despejado y ese tímido sol, que brilla en lo alto.
Tu serás mi abrigo en este invierno frío, serás la sonrisa de mis frescos y gélidos días y tu serás el que me ayude a llegar a la próxima primavera, el que traerá el perfume de jazmín a mi jardín.
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