Cacatúas con lengua viperina, mujeres acomplejadas y marujas amargadas, cuanta maldad tenéis en el corazón.
Pues con migo no, se tropezaron con una gran piedra, con un muro de hormigón y con la terquedad personalizada. Por la buenas lo que quieran, pero por las malas hay si que no, y si me buscan créanme que me van a encontrar.
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