Tu que eres tan guapo de mi no te escapas, a pesar de mi
pobre vista que no te alcanza, tu que viniste en silencio, poco a poco a llenar
mi corazón de sueños, aquel invierno tiste y frió.
Me cobije en tus palabras ardientes, y pasionales, volé con
tus alas, y sentí muy dentro de mi, el amor que hay dentro de ti. Sigo tus hazañas,
busco la magia de tu alma a veces desbordada, de pasión, dolor y un profundo
amor.
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